sábado, diciembre 4

En costas orientales venezolanas

Avistamiento de delfines es común durante todo el año

Información suministrada a alumnos de cuarto año de la carrera Comunicación Social, mención Comunicación para el Desarrollo Científico, de la Universidad de Los Andes núcleo Táchira, durante la VIII gira académica de esta mención

La presencia de cardúmenes de sardinas y calidez de las aguas de la Bahía de Mochima son algunos de los factores que contribuyen a la presencia constante de manadas de delfines en las costas de la zona oriental del país.

En esta Bahía en horas de la mañana y la tarde se pueden observar manadas de delfines, en estado silvestre, surcando sus aguas.

Mairé Jiménez, directora del Instituto Oceanográfico de Venezuela, explicó que la visita de estos cetáceos a costas orientales es común, principalmente por la riqueza de nutrientes y fitoplancton de las aguas de esa zona del país que atrae a las sardinas, su único alimento, y con ellas a los delfines.

Atracción turística

Estos visitantes forman parte del itinerario del recorrido que pescadores realizan a los turistas por la zona marítima del Parque Nacional Mochima, específicamente por las aguas pertenecientes al estado Sucre.

Durante el recorrido, es común que los delfines naden en pequeños sub grupos alrededor de las lanchas realizando piruetas y pequeños saltos fuera del mar para el deleite de los turistas.

Visitas en peligro

La presencia de estos cetáceos en aguas venezolanas puede estar en riesgo por la pesca excesiva de sardinas adultas y en especial ejemplares bebés y jóvenes que aún no se han desarrollado totalmente y no se han podido reproducir, dejando sin generación de relevo a estas especies.

miércoles, octubre 6

Noticia//

Dependencia perteneciente a la UNET
Departamento de ingeniería ambiental promueve la cultura ecológica en Táchira

Información suministrada en rueda de prensa organizada por estudiantes de cuarto año de la carrera de Comunicación Social, mención Comunicación para el Desarrollo Científico, de la Universidad de Los Andes Táchira

El Departamento de Ingeniería Ambiental de la UNET de la mano de Karena Rodríguez, ingeniero agrónomo y especialista en estudio y evaluación del impacto ambiental, trata de crear una cultura ecológica, en principio en jóvenes universitarios, a través de la divulgación de la estrategia denominada “Gestión Integral de los Residuos Sólidos”, a fin de motivar la transformación del actual sistema de tratamiento de los residuos sólidos.

Rodríguez explicó que en el estado Táchira se emplea un mecanismo inadecuado para almacenar, transportar y disponer los residuos sólidos en sus destinos finales. Precisó que estas debilidades inician desde el hogar, lugar en el cual no se clasifican, ni almacenan, adecuadamente los residuos sólidos que se botan, los cuales en su mayoría (79%) pueden ser reciclados.

Este problema se agrava, según explicó Rodríguez, por la inexistencia de rellenos sanitarios, pues a su juicio, en el estado sólo existen vertederos no controlados a cielo abierto. “La mayoría de los sitios de disposición no tienen ningún principio de ingeniería ni apoyo tecnológico para poder manejar esos residuos sólidos por lo tanto van a parar a una fosa en el suelo”, enfatizó.

Otras falencias
Recolección de los residuos sólidos en camiones comunes, inexistencia de puntos de transferencia de los residuos en trayectos muy largos – situación que permite la emisión de gases contaminantes-, utilización de contendores de metal descubiertos en lugar de contenedores de plástico tapados así como la no penalización a ciudadanos y empresas que contaminan son, a juicio de Rodríguez, aspectos que pueden corregirse sólo con el trabajo mancomunado entre el Estado, la población en general y la universidad.

Soluciones
La ingeniero agrónomo, conjuntamente con investigadores pertenecientes al Departamento de Ingeniería Ambiental y de la alcaldía de San Cristóbal, promueve la ejecución de la estrategia de Gestión integral de los Residuos Sólidos, esto es la supervisión de todo el mecanismo de tratamiento de los residuos sólidos desde el momento en que se extrae la materia prima del ambiente para transformarlo en productos hasta el consumo y desecho del mismo.

Este proceso consiste en separar y almacenar en bolsas diferentes los residuos sólidos para luego disponerlos en los contenedores. Posteriormente en los puntos de transferencia de residuos sólidos se realiza una segunda clasificación y almacenaje de los residuos sólidos. Estos luego son llevados al punto de disposición final, donde se compactan e incineran en fosas de seguridad o fosas sanitarias.

Esta estrategia aún está en papeles. Rodríguez señaló que las divergencias de orden político impiden su concreción. No obstante, señaló que el Departamento de Ingeniería Ambiental, como estrategia para crear una cultura ecológica, propone la incorporación de una cátedra de educación ambiental en todas las carreras universitarias para educar a las personas sobre el impacto ambiental del tratamiento inadecuado de los residuos sólidos y así promover su participación en pro del ambiente.

domingo, septiembre 26

Noticia

En la Escuela E. Dr. Juan Germán Roscio
Elecciones parlamentarias 2010: proceso rápido y sin cola

La tecnología electoral, dispuesta en las seis mesas de votación,
funcionó normalmente durante el proceso comicial

A pesar de la aparición de votantes de la Escuela Estadal Dr. Juan Germán Roscio -ubicada en el El Valle, municipio Independencia- en otro centro de votación cercano, el proceso comicial en esta institución educativa se desarrolló sin inconvenientes gracias al funcionamiento total de las seis máquinas de votación así como de las dos máquinas captahuellas dispuestas en este centro.

Desde las 6:30 de la mañana, comenzaron a ingresar parte de los 3341 votantes inscritos en este centro. Desde esa hora hasta las 12 del medio día la afluencia de votantes fue constante.

Proceso rápido

Clara Parra, testigo de la mesa número dos por el partico COPEI, señaló que el funcionamiento total de las máquinas de votación y el conocimiento visual de la disposición del candidato de preferencia por los votantes permitió que el proceso electoral durara alrededor de un minuto por persona. Añadió que sólo se presentaron retrasos por algunos adultos mayores que fueron a votar solos.

La testigo de mesa informó que la instalación de la tecnología electoral fue rápida y se realizó sin ninguna dificultad por los operadores del Consejo Nacional Electoral (CNE). Agregó que no se presentaron problemas con la manipulación de la tecnología electoral por los votantes.

“Para ser mi primera votación, me pareció muy sencillo. Usar las máquinas de votación es fácil y cómodo”, afirmó María Galviz, electora por primera vez, inscrita en la mesa número uno del centro.

Preferencias al adulto mayor

Jorge Ayala, votante inscrito en la mesa de votación número cinco de este centro, denunció que a pesar de que el ingreso a la institución era rápido, se presentaron algunos retrasos para votar debido a la preferencia que, a su juicio, mostraban los miembros del Plan República hacia los adultos mayores.

Este centro de votación seguirá siendo resguardado por ocho efectivos del Plan República hasta mañana.

jueves, julio 29

Entrevista

Edith Cantor, refiriéndose a la sociedad tachirense

“Las personas no tienen cultura para tratar a los adultos mayores”



Los 18 años de experiencia en el campo de la geriatría y su vasta experticia en el trato hacia el adulto mayor parece darle autoridad a Edith Cantor, geriatra y médico familiar, para realizar un breve diagnóstico de la situación actual del adulto mayor en la entidad tachirense. En pocas palabras comenta: “el adulto mayor es menospreciado y considerado un producto de desecho”.

Esta aseveración la sustenta en la inexistencia, a su juicio, de “programas interesantes” a nivel de pensión, salud y planificación de la ciudad. Cantor precisa esta radiografía social al decir: “no se puede pretender que con 580 bolívares, el adulto mayor pueda comprar sus medicinas y alimentarse… o que sus rodillas no resientan las empinadas subidas y bajadas de las calles.”

Partiendo de su explicación, ¿podría hablarse de una falta de cultura en la sociedad tachirense hacia el trato del adulto mayor?

Definitivamente. Las personas no tienen cultura para tratar a los adultos mayores, empezando que en la casa es muy raro que el abuelo conviva con el resto del núcleo familiar. Siempre es relegado hacia las zonas más apartadas y sólo sirve en la casa mientras ayude, cuide los nietos, pueda cocinar, limpiar, etc. Cuando eso deje de pasar o simplemente se enferme son considerados un estorbo y es allí cuando la familia comienza a buscar un sitio donde recluirlo y desentenderse de él.

¿Cuál considera es la solución más inmediata para cambiar esa imagen del adulto mayor?

Lo más factible es crear programas de prevención dirigidos a los niños. El contacto del niño con el adulto mayor a través del juego, la lectura le permite al niño identificarse con él y de esta manera se va a erigir como un defensor de su abuelo.

Por ello, siempre recomiendo que en los hogares donde no haya un adulto mayor, bien sea porque falleció o vive en otro lugar, los padres del niño lo coloquen en contacto con otras personas mayores para que así el niño se familiarice con él y crezcan con esa identidad.

¿Qué propone para crear ese vínculo?

Una opción es buscar adultos mayores lúcidos y autovalidos que puedan compartir con los niños desde preescolar. Inculcar la relevancia del adulto mayor en los niños es fundamental para transformar la imagen tan precaria que se tiene del adulto mayor, pues ellos están en pleno proceso de construcción de su imaginario social.

Y la familia en general, ¿cómo debe tratar al adulto mayor?

Con el adulto mayor hay que tener es mucho amor y paciencia. Esto significa básicamente que hay que darle el lugar relevante que se merece dentro del hogar. Hay que hacerle sentir la importancia que él tiene dentro del núcleo familiar.

En la población tachirense ¿el adulto mayor tiene ese lugar de relevancia?

Lamentablemente no. En el Táchira y otras zonas del país existe lo que yo llamo la triada del adulto mayor, esto es que cuando el adulto mayor se enferma, es pobre y pasa la mayoría del tiempo solo en la casa porque su familia “trabaja” –abandono familiar- la familia lo que hace es recluirlo en un centro de atención, visitarlo los primeros tres meses y después no recuerdan que existe.

En cuanto a las enfermedades, ¿cuáles son las patologías físicas más frecuentes en el adulto mayor?

En esta última etapa de la vida, las enfermedades crónicas degenerativas son las más comunes. Estas son la diabetes, la hipertensión, la artritis, la osteoporosis, el lumbago, el alzheimer y el parkinson, padecimientos que deterioran progresivamente la autovalidez del adulto mayor y se reflejan en la disminución del número de actividades de la vida diaria que pueda realizar.

¿Cómo prevenir esas enfermedades?

La prevención comienza desde la alimentación. Para mí el 99,99% de las enfermedades se deben a la mala alimentación que el adulto mayor trae desde la juventud. En esa etapa de la vida es muy común consumir en exceso harinas, grasas y azúcares que cuando la persona llega a los años 50 es cuando se manifiestan las consecuencias de sus malos hábitos alimenticios. Por eso yo siempre les digo a mis pacientes y a sus familiares para llegar a una vejez sana hay que alimentarse bien en la juventud, pues en esta etapa de la vida para ya es muy poco lo que se puede remediar.

Específicamente, ¿qué terapias físicas puede realizar el adulto mayor en su casa para mejorar su salud física?

Principalmente caminar por lo menos media hora diaria en espacios abiertos. Si al adulto mayor, por ejemplo, le duele las piernas con mayor razón debe caminar. Este simple ejercicio físico le puede ayudar en el tratamiento de las varices, la artritis, la osteoartritis, la osteoporosis, la osteopenia

Cuando esté sentado o descansando, puede realizar movimientos circulares suaves a nivel del cuello y la cabeza. Mover la cabeza de adelante hacia atrás y de un lado hacia el otro. En principio puede ser doloroso, pero luego comienza a desaparecer y sentirse la mejoría. Estos simples movimientos le permiten al adulto mayor mejorar la circulación de la sangre en el cerebro, la memoria y al mismo tiempo disminuye el estrés.

En cuanto a la infraestructura del hogar, ¿qué elementos físicos deben existir para brindar una mejor calidad de vida al adulto mayor?

Las casas deben tener pasamanos de modo que los adultos se agarren de estos y no de las paredes, las puntas de las puertas y mesas deben ser redondas. En los baños, el inodoro se recomienda sea alto -ellos pueden agacharse mucho ya que le duelen las rodillas y la columna-, debe haber un banquito especial anti resbalante para lavarse los pies y colocar agarradores debajo de la ducha.

En las otras áreas de la casa, se recomienda no existan adornos y alfombras con las que puedan tropezar y caer fácilmente, el piso de toda la casa debe ser antiresbalante o en su defecto los zapatos del abuelo… y por el último, en las áreas más frecuentadas por el abuelo debe haber un buen espejo.

¿Por qué es necesario que se vean en el espejo?

Ellos necesitan tener una visión de su cuerpo e identificarse con su envejecimiento y apariencia corporal, para que a nivel psíquico vayan aceptando su envejecimiento y se acepten, con sus canas y arrugas.

Cantor al finalizar la entrevista asegura que el cuidado del adulto mayor es cuestión de clases sociales: “A mis consultorio acuden son personas de clase media alta… personas que han tenido la oportunidad de viajar o simplemente documentarse de la importancia que merece la geriatría en el cuidado de la última etapa de la vida”. Al preguntársele sobre otra razón no duda en decir: “para las personas de clase baja las enfermedades físicas del adulto mayor son sólo cosas de viejos. Este es un terrible error compartido en la sociedad tachirense”.

lunes, julio 5

Reportaje

Salud// Poca disponibilidad de tiempo
Tachirenses prefieren donar sangre en jornadas especiales

El Táchira es el principal productor de plasma sanguíneo y el primer estado que modificará el programa de formación de hemoterapistas en el estado con la inclusión del módulo de donación voluntaria, según Hermelina Sánchez, coordinadora regional de los bancos de sangre del estado Táchira

Eran las ocho de la mañana y Carmen ya estaba en el liceo. Las camas móviles y el equipo aún no habían llegado. La espera fue corta y la instalación de los equipos rápida. “Es bueno que hagan estas jornadas. A mi me gusta donar sangre, pero no tengo mucho tiempo para ir al banco”, le dijo Carmen Villamizar, ama de casa de 57 años, a una joven con cámara, libreta y grabadora en mano.

Carmen no se refiere al ente financiero donde el dinero es el que cuenta, sino al banco en el que la sangre y sus componentes son lo importante. Vital líquido corporal que en el caso del Táchira es obtenido en su mayoría en jornadas extramurales de donación de sangre -bancos de sangre móviles- dispuestos periódicamente en las instituciones educativas, empresariales y comunidades

“Tenía muchas ganas de quedarme durmiendo, pero a la final decidí levantarme, comer y venir porque tenía mucho tiempo sin donar y sé que donando sangre salvo vidas”, comentó Carmen mientras esperaba el resultado del análisis de la sangre para saber si era apta para donar.

Carmen, por lo menos en disposición, puede convertirse en lo que la Organización Mundial de Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud denominan, desde el año 80, “donante voluntario, altruista a repetición y educado” -persona consciente de la importancia de donar sangre para el prójimo y para sí mismo que dona regularmente sangre o un componente sanguíneo-.

Los donantes con este perfil en el Táchira son pocos. Linis Zambrano, hemoterapeuta del banco de sangre del Hospital del Seguro Social “Dr. Patrocinio Peñuela Ruíz”, asomó una razón: “en el Táchira no hay una cultura de donación voluntaria de sangre. La persona que viene a donar es porque tiene un familiar enfermo o por un amigo. Los donantes voluntarios son contados con los dedos”, puntualizó Zambrano.

La hemoterapeuta explicó que esto se debe principalmente a la existencia de algunos tabúes en la población sobre la posibilidad de quedar anémicos, contraer algún tipo de enfermedad, engordar, disminuir las defensas del cuerpo entre otras “supersticiones” que han impedido el aumento en ese centro asistencial del número de donantes voluntarios.

Sesiones educativas

María Alejandra Castro, coordinadora de promoción de la donación de sangre del Hospital Central “Dr. José María Vargas”, señaló que en el caso de esta institución, la realización de sesiones educativas previo a las jornadas extramurales de donación -en la que se imparte información sobre la donación de sangre, su importancia y beneficios tanto para el donante como para el receptor de la donación- son una estrategia efectiva contra la lucha de estos tabúes “que poco a poco se han ido derrumbando”, acotó Castro.

La coordinadora de promoción de la donación de sangre del Hospital Central, precisó que desde el 2007, año en el cual comenzaron las jornadas extramurales, el número de donantes voluntarios en esta entidad sanitaria aumentó de un 5% existente en este año a un 21% para el año 2009.

Aunque indicó que aun no hay una cultura de donación sólida en el estado Táchira, Castro explicó que la idea de llevar los bancos de sangre a las comunidades ha permitido este incremento. “Muchas veces las personas no donan porque simplemente no tienen tiempo para trasladarse a un banco de sangre y la posibilidad de tenerlo en sus comunidades es una oportunidad poco desaprovechada, pues el tachirense es muy colaborador y solidario”, puntualizó.


Primer lugar de donación voluntaria

Hermelina Sánchez, coordinadora regional de los bancos de sangre del estado Táchira, señaló que la entidad actualmente ocupa el primer lugar en donación voluntaria con 11 mil donantes al año y alrededor de 530 donantes voluntarios mensuales.

Sánchez explicó que el estado Táchira es el único estado que realiza este tipo de actividades en el país. Explicó que esto se debe principalmente al valor de solidaridad que caracteriza al tachirense y a la disposición del personal de los bancos de sangre del estado a sensibilizar a la población desde su comunidad o entorno laboral.

La coordinadora regional de los bancos de sangre aseveró que ,a pesar de estos resultados, aún falta aumentar esas cifras. “En Venezuela sólo está donando el 1,5% de la población total. Táchira ronda ese porcentaje -166 mil donantes voluntarios aproximadamente-, y debería donar el 5% de la población -555 mil donantes voluntarios”, precisó.

Sánchez atribuye este panorama a la inexistencia de programas dirigidos a la sensibilización de la población por parte de las autoridades gubernamentales sobre la importancia de la donación de sangre voluntaria, que sugiere la OMS como forma de crear una cultura de donación en un país.

Por ello, se crearon los bancos móviles que busca principalmente es acercar el banco de sangre a las comunidades. Esta iniciativa, según comentó Sánchez, les valió una invitación por parte de las autoridades del Ministerio del Poder Popular para la Salud para explicar la estrategia que utilizaron para aumentar esa cifra.

Proyectos comunitarios, una salida

La escogencia de las jornadas de donación de sangre voluntaria por parte de estudiantes de medicina y enfermería de algunas universidades del estado – Universidad de Los Andes (ULA), Instituto Universitario Gran Colombia (IUGC), Colegio Universitario Cecilio Acosta de Los Teques (Cultca), entre otras instituciones educativas- como proyecto comunitario –requisito académico exigido a estudiantes de pregrado para graduarse- permitió aumentar significativamente el número de donantes.

Yamile Duque, coordinadora regional del Programa de Enfermería del Cultca, expresó que la realización de jornadas en las instituciones educativas permite incentivar no solo a la ciudadanía en general, sino a los propios futuros profesionales de la salud en lo referente a la donación voluntaria de sangre, quienes, añadió, deben ser los principales promotores del acto voluntario de donación.

Duque, refriéndose al Cultca, señaló que es la primera jornada –llevada a cabo el tres de julio en las instalaciones del Liceo Bolivariano Simón Bolívar, ubicado en el municipio San Cristóbal- que realizan en la institución bajo el nombre Comparte un líquido que no tiene precio. Dona vida”. “La idea fue de los estudiantes, quienes observando el déficit de sangre del Hospital Central y a la escasa cultura de donación voluntaria de sangre existente en el estado, con el apoyo del personal del banco de sangre de esta institución, decidieron realizar las sesiones educativas y sensibilizar a los estudiantes”,explicó.

El examen de hematocritos de Carmen indicó que es apta para donar. Los movimientos circulares y envolventes de sus manos hicieron una pequeña bola de inquietud. “No estoy nerviosa, sólo que tengo mucho tiempo sin donar sangre, pero ya decidí que donaré más seguido. Así alivio mis dolores en las venas por la fuerza de sangre”. La estudiante del Cultca, la llevó a la cama móvil. Carmen sólo extendió su brazo y sonrió.

Carmen desde el año 1979 ya no padece las incertidumbres de los tabúes que se dejan oír en las calles. “Eso no es verdad, yo he donado tres veces y nunca me he contagiado de nada. La gente lo que tiene es miedo a las agujas”, aseveró mientras un aparato comenzó la plasmoféresis -procedimiento de separación de la sangre para remover el plasma, componente líquido sanguíneo encargado de vehiculizar las células de la sangre, llevar los alimentos y las sustancias de desecho recogidas de las células-. “Tiene la hemoglobina baja, por eso le sacaran sólo plasma”, respondió en voz baja la estudiante al signo de interrogación expresado por el rostro de Carmen.

La ventana está abierta

Sánchez, refiriéndose a los tabúes, expresó de forma contundente: “los riesgos, aunque mínimos, existen. Esa ventanita está abierta”. Sin embargo, gracias a la implementación de las normas de calidad en el procesamiento de la sangre no se ha presentado ningún caso de transfusión de sangre contaminada con alguna enfermedad.

Explicó que se debe a una simple razón. “Ya no somos -en el caso del Táchira- un banco de sangre, sino una industria farmacéutica donde procesamos a través del donante componentes como el plasma, el trío y las plaquetas que luego de cubrir el stock del Táchira, el excedente –en el caso del plasma- es enviado a Caracas y luego regresa a los bancos de sangre en forma de medicamentos gratuitos para el paciente”.

El examen de hematocrito y el cuestionario previo al acto de donar sangre, en este sentido, cobra importancia, pues según Linis Zambrano, son los filtros que indican si un paciente en peso y salud si es apto o no para donar. “Estos dos pasos hasta ahora no han fallado”, precisó la hemoterapista.

“Los procedimientos previos al acto de donación de sangre, aclaró Marylin Vanegas, estudiante del quinto semestre de enfermería del Cultca, permiten en un alto porcentaje de seguridad, hacer que la donación de sangre sea segura tanto para el donante como para los futuros receptores”.

El acto de donación

El tabú más frecuente, además e la transmisión de enfermedades por la sangre, en el tachirense es la posibilidad de quedar anémicos o con menos sangre en el organismo. Ante esto, Vanegas explicó que las bolsas especiales utilizadas para la extracción de sangre están diseñadas para extraer 450 mililitros exactos -10% de la sangre total de una persona-, cantidad que no afecta el funcionamiento normal del organismo. Recordó que con sólo 450 mililitros de sangre se pueden salvar cinco vidas de personas adultas y de 22 neonatos que sean sometidos a cirugías, presenten hemorragias, entre otros casos.

A pesar de las medidas preventivas e higiénicas existentes en los bancos se sangre y en las jornadas al momento de extraer el vital líquido, la actitud recelosa hacia el acto de donar sangre continua. Según Carmen Francheska, coordinadora del banco de sangre del Hospital Central “Dr. José María Vargas” el número de donantes a reposición -donantes, explicó Francheska, que vienen a reponer la sangre que se le ha puesto a un familiar para sacarlo de una emergencia- es mayor al número de donantes voluntarios.

“Llegan a nuestro banco de sangre alrededor de 700 u 800 donantes de los cuales son efectivos alrededor de 500 a 600. De estos 300 son a reposición y aproximadamente 200 acuden de manera voluntaria”, indicó Franchesca, quien agregó que la cifra de donantes voluntarios varía dependiendo del número de jornadas que se realicen en instituciones educativas públicas y privadas.

La estrategia de trasladar equipos de extracción de sangre a las comunidades e instituciones educativas parece ser una buena opción para alcanzar el 5% de donación voluntaria que mencionó Sánchez. Según una encuesta realizada en la plaza Bolívar del municipio San Cristóbal, el 86% -43 personas de las 50 encuestadas- se mostró dispuesto a donar su sangre en jornadas extramurales. Sólo el 14% -siete personas- indicó, sentir desconfianza o mero desinterés por el acto de donación de sangre voluntaria.

La mayoría de los especialistas consultados coincidieron en la importancia de crear una cultura de donación voluntaria de sangre en la que el tachirense done por lo menos, en el caso del hombre, cuatro veces al año y la mujer al menos tres veces –la mujer, por el ciclo menstrual, pierde mayor cantidad de hierro, razón por la cual debe donar menos -.

Esta actitud, aseguraron, no sólo trae salud y vida al receptor de esa sangre procesada y sometida a análisis para asegurar su calidad y fiabilidad, sino para que quien la dona. Entre los principales beneficios se encuentra la regeneración de la sangre, la detección, en caso de existir, de cualquier anomalía en la salud del donante gracias al análisis profundo de este vital líquido, el conocimiento del grupo sanguíneo y Rh –puede ser positivo o negativo- y la satisfacción de saber que salvará muchas vidas no sólo con la sangre líquida sino con los medicamentos y componentes derivados que de ella se obtendrán.

De esto Carmen está consciente. La Aféresis ya está por terminar, así como ella de comer la galleta y una malta que le dio la futura enfermera. Los 300 a 600 mililitros de plasma –cantidad estándar de donación de plasma- hacen sentir los primeros cinco minutos luego de la donación anímicamente mejor a Carmen. “La satisfacción que esto me genera es grande. No me arrepiento de haberme parado temprano”, dijo sonriendo a la joven de cámara, grabadora y libreta en mano.